Disponibilidad y asequibilidad continuas de herramientas que salvan vidas que son indispensables para evitar duplicar el número de muertes por malaria este año y ganar en la lucha mundial contra esta enfermedad

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Fuente: https://endmalaria.org/news/continued-availability-and-affordability-life-saving-tools-critical-avoid-doubling-malaria

Ginebra, 19 de junio de 2020 — De manera conjunta con el Foro anual de Proveedores de Pruebas de Diagnóstico Rápido (PDR) convocado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) esta semana, la Alianza RBM para poner fin a la malaria hizo un llamado a los gobiernos, fabricantes y socios encargados de procesos de adquisiciones para que adopten medidas para asegurar la disponibilidad y la asequibilidad continuas de herramientas de intervención contra la malaria que salvan vidas.

Desde el año 2000, el desarrollo y ampliación de una serie de innovaciones –entre ellas, mosquiteros tratados con insecticidas de larga duración (MTILD), fumigación de interiores con insecticidas de acción residual, pruebas de diagnóstico rápido (PDR) y una nueva generación de antipalúdicos conocidos como tratamientos combinados a base de artemisinina (TCA)– ayudaron a salvar 7 millones de vidas de la malaria y a prevenir más de mil millones de nuevas infecciones.

A pesar de todo, ahora, más de cuatro meses desde que la OMS declarara la COVID-19 como una pandemia, las cadenas de suministro y distribución de productos sanitarios a nivel mundial en todo el ciclo de vida de los productos se están viendo interrumpidas. Las medidas de confinamiento implementadas alrededor del mundo han tenido un impacto en la producción y entrega de productos contra la malaria que salvan vidas, lo que ha conducido a retrasos antes de la temporada de lluvias, que es de alta transmisión. Además, la pandemia ha acelerado la demanda de pruebas de diagnóstico de la COVID-19 y potenciales nuevos tratamientos contra dicha enfermedad. Esto ha tenido un impacto sobre la situación de la malaria al crear posible escasez y alzas de precios para PDR y sustancias farmacéuticas activas utilizadas para medicamentos antipalúdicos.

El 16 de junio, agencias de las Naciones Unidas, socios internacionales y 12 fabricantes de PDR se reunieron en el Foro de Proveedores de PDR para mitigar los riesgos de abastecimiento de pruebas diagnósticas de malaria generados por la pandemia de la COVID-19. Los participantes compartieron los pronósticos para el año 2020 y señalaron la necesidad inmediata de 105 millones de PDR adicionales para este año. Además, debatieron sobre medidas a más largo plazo para asegurar la disponibilidad continua de dichas pruebas. Para evitar riesgos de desabastecimiento, los tres compradores públicos más importantes de PDR (la Iniciativa del Presidente de Estados Unidos contra la Malaria, el Fondo Mundial y UNICEF) han decidido convocar a licitaciones para cubrir las necesidades urgentes para 2020 y 2021.

Un modelo reciente de la OMS prevé que las muertes por malaria podrían potencialmente duplicarse este año hasta llegar a casi 800 000 como resultado de la COVID-19 si la distribución de mosquiteros tratados con insecticidas de larga duración y el acceso a pruebas y tratamientos contra la malaria se ven gravemente afectados. Los países africanos, que representan el 90 % de la carga mundial de malaria, son especialmente dependientes de productos importados y son vulnerables a perturbaciones en las cadenas de suministro de productos y en los sistemas nacionales de distribución generadas por la COVID-19.

Si no se aborda este problema ahora, las reducciones de la disponibilidad de estas herramientas este año también tendrán un impacto a largo plazo en la capacidad de los países para progresar y lograr las metas mundiales de eliminación de la malaria.

Para prevenir esta crisis inminente, la Alianza RBM insta a los gobiernos, al sector privado y a socios internacionales a que mantengan su compromiso con la lucha contra la malaria en el futuro inmediato, así como a largo plazo.

1. Mantener e intensificar compromisos en el sector privado

Es importante que el sector privado mantenga sus compromisos existentes para fabricar medicamentos antipalúdicos, pruebas de diagnóstico y herramientas preventivas para el control de vectores a pesar de las presiones emergentes para priorizar oportunidades de producción relacionadas con la COVID-19. A los nuevos socios del sector privado alrededor del mundo también se les instó a intensificar la lucha contra la malaria ingresando al mercado de productos básicos. A más largo plazo, el compromiso del sector privado en el desarrollo y la intensificación de herramientas y tecnologías más innovadoras será decisivo para vencer a la malaria y otras enfermedades mortales, particularmente en el contexto de resistencia emergente a medicamentos e insecticidas.

2. Minimizar retrasos de producción y entrega, así como los cuellos de botella

Los gobiernos de países que fabrican productos importantes contra la malaria deben minimizar cualquier perturbación a su producción y transporte como resultado de las restricciones por la COVID-19. Dado que los ciclos de financiamiento y de adquisiciones frecuentemente están sincronizados con la estacionalidad de la malaria, los plazos de entrega suelen ser ajustados, por lo que los países receptores deben igualmente esforzarse para eliminar retrasos en el despacho aduanero, el almacenaje, el transporte dentro del país y la entrega a nivel local de dichos productos. Los países afectados por la malaria también deberían considerar abastecerse de herramientas contra la enfermedad provenientes de lugares más cercanos a ellos o priorizar la producción nacional de productos claves para incrementar la accesibilidad y la actividad económica local.

3. Mejorar la coordinación entre socios mundiales a cargo de los procesos de fabricación, adquisiciones y entrega

La comunidad mundial de la malaria, incluidos socios a cargo de procesos de adquisiciones y fabricación, así como funcionarios del sector salud, deben coordinar incluso mejor que ahora para asegurar que los productos se entreguen de manera oportuna en el contexto de la COVID-19. Para ayudar a que los fabricantes respeten sus compromisos en este ambiente en el que los cambios se producen de forma rápida, los donantes, los organismos encargados de las adquisiciones y las autoridades mundiales y nacionales del sector salud deberían considerar nuevos mecanismos para asegurar una producción y un suministro más sólidos. Esto puede incluir un uso más extendido de reservas estratégicas que ayuden a reducir el impacto de perturbaciones extraordinarias en la cadena de suministro para prevenir cambios repentinos de la demanda.

El doctor Abdourahmane Diallo, Director Ejecutivo de la Alianza RBM para poner fin a la malaria, comenta lo siguiente:

“Grandes avances contra la malaria fueron posibles gracias al compromiso a largo plazo de industrias, gobiernos y socios que trabajan de manera conjunta para desarrollar y ampliar herramientas innovadoras que salvan vidas. Instamos a todos los socios a que sigan formando parte de esta lucha, incluso mientras enfrentamos a la COVID-19, para proteger la vida de millones en riesgo de malaria y asegurar que logremos aquello que empezamos juntos: eliminar la malaria y superar nuevas amenazas a la salud pública mundial”.

Caroline Desrousseaux, Presidenta de la Alianza Empresarial contra la Malaria (BAAM, por sus siglas en inglés), añade:

“Nosotros podemos luchar contra la COVID-19 y la malaria al mismo tiempo, y, de hecho, lo haremos. No solo es posible, sino necesario. La Alianza Empresarial contra la Malaria cree que la comunidad mundial de la malaria tiene el poder de reescribir la historia para asegurar la continuidad de los servicios y del abastecimiento. Para que esto suceda, es esencial que la comunidad trabaje con el sector privado en un espíritu de colaboración para enfrentar cuellos de botella, dotar de visibilidad a largo plazo a las necesidades y crear los incentivos correctos. Hacerlo prevendrá el exceso de infecciones y muertes por malaria, y permitirá mantener el impulso respecto al objetivo final de eliminar dicha enfermedad. Intervenciones como la distribución masiva de mosquiteros tratados con insecticidas y los tratamientos combinados a base de artemisinina tienen una larga trayectoria logrando un impacto significativo en la lucha contra la malaria. Permitir que la pandemia de la COVID-19 perturbe estas campañas de distribución sería desastroso”.