Reporte del Fondo Mundial sobre la COVID-19: las muertes por VIH, tuberculosis y malaria podrían casi duplicarse en 12 meses a menos que se tomen medidas urgentes
Fondo Mundial

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Fuente: https://www.theglobalfund.org/en/news/2020-06-24-global-fund-covid-19-report-deaths-from-hiv-tb-and-malaria-could-almost-double-in-12-months-unless-urgent-action-is-taken/

GINEBRA – Un nuevo reporte [A descargar en Inglés | Francés] publicado hoy por el Fondo Mundial estima que los países afectados por el VIH, la tuberculosis y la malaria necesitan con urgencia US$ 28.5 mil millones de dólares para conservar los avances extraordinariamente alcanzados durante las últimas dos décadas en la lucha contra estas tres enfermedades.

El reporte, Mitigar el Impacto de la COVID-19 en los Países Afectados por el VIH, la Tuberculosis y la Malaria, fue publicado hoy para destacar el impacto de la COVID-19 y los recursos necesarios para conservar los avances contra el VIH, la tuberculosis y la malaria, enfermedades que aún matan a más de 2.4 millones de personas al año. Desde 2002, la alianza del Fondo Mundial ha ayudado a salvar a más de 32 millones de vidas y a reducir los decesos por VIH, tuberculosis y malaria en casi la mitad desde el pico de las epidemias. La pandemia de la COVID-19 ahora amenaza con revertir estos avances.

Aparte del efecto directo de la COVID-19, que podría ser catastrófico en los países más vulnerables, las estimaciones sugieren que las muertes por VIH, tuberculosis y malaria podrían duplicarse si los sistemas de salud se saturan, se interrumpen los programas de tratamiento y prevención, y los recursos son desviados

A nivel mundial, esto significa que la cifra anual de defunciones por VIH, tuberculosis y malaria podría sufrir un retroceso a niveles no vistos desde el pico de las epidemias, eliminando casi dos décadas de avances en las regiones más afectadas.

«Es muchísimo lo que está en juego», señaló Peter Sands, Director Ejecutivo del Fondo Mundial. “Los efectos colaterales de la COVID-19 en la lucha contra el VIH, la tuberculosis y la malaria y otras enfermedades infecciosas podrían ser catastróficos. Mitigar ese impacto requerirá medidas inmediatas, extraordinarios niveles de liderazgo y colaboración, y recursos adicionales significativos. Sobre todo, no debemos dejar a nadie de lado.”

Para las comunidades más pobres y vulnerables que ya están afectadas por el VIH, la tuberculosis y la malaria, la COVID-19 representa una amenaza de fondo. No solo porque son extremadamente vulnerables a la COVID-19 en sí, sino porque es probable que se encuentren incluso en una situación aún más de riesgo al VIH, la tuberculosis y la malaria. El impacto económico de la COVID-19 también recaerá en gran medida en dichas comunidades, por lo que las deficiencias nutricionales y el colapso de los servicios exacerbarán su susceptibilidad a las enfermedades.

Organizar una respuesta efectiva para la COVID-19 y mitigar el impacto sobre el VIH, la tuberculosis y la malaria requerirá significativamente más recursos de los que se han puesto a disposición hasta ahora. El Fondo Mundial ha trabajado con socios para estimar las probables necesidades en los países donde invierte. Estimamos que se requieren aproximadamente US $28.5 mil millones de dólares en los próximos 12 meses para adaptar los programas de VIH, tuberculosis y malaria a fin de mitigar el impacto de la COVID-19, capacitar y proteger a los trabajadores de la salud, reforzar los sistemas de salud para que no colapsen, y para responder en sí a la COVID-19, particularmente a través de pruebas, rastreo y aislamiento y proporcionando tratamientos a medida que estén disponibles (esto no incluye el costo de una vacuna).

El Fondo Mundial reaccionó de forma decisiva durante el surgimiento de la COVID-19, poniendo rápidamente a disposición hasta mil millones de dólares estadounidenses para apoyar a los países con objeto de que respondan a la pandemia, adapten sus programas de VIH, tuberculosis y malaria, y refuercen sus sistemas de salud ya desbordados. Sin embargo, estos fondos estarán asignados casi por completo para julio de 2020.

Tomando en cuenta las contribuciones de otros socios y los mil millones de dólares estadounidenses que el Fondo Mundial ya ha comprometido, el Fondo Mundial estima que se necesitarían US $ 5 mil millones de dólares adicionales durante los próximos 12 meses para mitigar el impacto de la COVID-19 en los países afectados. por VIH, tuberculosis y malaria.

Mantener los avances contra las tres enfermedades y combatir la nueva pandemia de la COVID-19 requiere una amplia colaboración con los gobiernos, los socios técnicos, la sociedad civil, el sector privado, las organizaciones religiosas y las comunidades. El Fondo Mundial es un socio fundador de la asociación ACT-Accelerator (Acelerador del acceso a las herramientas contra la COVID-19) para impulsar el desarrollo, la producción y el acceso equitativo a las pruebas, el tratamiento y las vacunas para la COVID-19. Estamos trabajando estrechamente con la OMS, el Banco Mundial, la Fundación para Nuevos Diagnósticos Innovadores (FIND, por sus siglas en inglés), UNICEF, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África, UNITAID y otros aliados asociados en la esfera de la salud en la adquisición y el despliegue de pruebas de diagnóstico de COVID19, equipos de protección personal para trabajadores de la salud, y otros suministros esenciales, y en el fortalecimiento de los componentes esenciales de los sistemas de salud.

Dado el papel del Fondo Mundial como el principal proveedor multilateral de subvenciones para la salud mundial y nuestro enfoque en la lucha contra las enfermedades infecciosas y el fortalecimiento de los sistemas de salud, estamos en una posición excepcional para ayudar a los países a responder a la pandemia de la COVID-19 y mitigar el impacto indirecto en el VIH, la tuberculosis y la malaria.

Al igual que en la lucha contra el VIH, la tuberculosis y la malaria, la respuesta global a la COVID-19 debe trabajar con las comunidades y los socios para proteger los derechos humanos y atender el estigma y la discriminación, particularmente entre las poblaciones clave y vulnerables.

«Para proteger y mantener el avance contra el VIH, la tuberculosis y la malaria, vencer a la COVID-19 y salvar vidas, debemos unirnos para luchar», dijo Sands.