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Fuente: elsalvador.com
Las asociaciones que luchan por los derechos de las personas con VIH, denuncian que El Salvador ha experimentado retrocesos en la implementación de políticas que beneficien a población y señalan que existe discriminación en el ámbito.
Por Roberto Alas
Diversos factores considerados negativos en la lucha contra el VIH hacen que el país dé pasos hacia atrás en sus políticas para contrarrestar el virus, denunciaron las asociaciones que luchan por los derechos a la salud de las personas con VIH.
De acuerdo con Odir Miranda, representante de la Asociación Atlacatl, el retraso se da cuando las personas con VIH tienen menos herramientas para poder ejercer su derecho a la salud, cuando se pone en riesgo la compra de medicamentos y porque “no existen compromisos al más alto nivel (del Gobierno) que le den la importancia que el tema merece”, aseguró.
Para Miranda, quien vive con VIH, uno de los problemas que tienen ocho mil 580 personas que tienen el virus y que actualmente reciben tratamiento, es que no pueden acceder a un empleo porque algunas empresas les están pidiendo el examen con el que pueden conocer su condición de salud.
“En área del desarrollo personal, hay miedo a no ser contratado en algunas empresas por el diagnóstico, algunas empresas tienen la práctica de solicitar la prueba como un requisito de manera verbal para evitar que quede evidencia que están discriminando por ser VIH positivo”, dijo.
Bajo esas condiciones, muchas personas con VIH empiezan una dura batalla porque tienen que enfrentarse al silencio, y es una medida que, generalmente, casi todos toman por el miedo que tiene al rechazo social, denunció.
Explicó que en el área de educación, algunas universidades están pidiendo la prueba del VIH para aceptar a sus futuros alumnos en algunas carreras.
Para las asociaciones que conforman la Alianza de Sostenibilidad para la Respuesta al VI, la situación se vuelve más delicada cuando, una vez conocido su diagnóstico, no reciben la orientación necesaria y las acciones a tomar para su tratamiento.
Otro de los retrocesos que el país ha dado, según Miranda, se dio con la aprobación que hizo la Asamblea Legislativa, el 14 de diciembre de 2016, de la Ley de Prevención y Control de la Infección Provocada por el Virus de Inmunodeficiencia Humana, la cual les viola su derecho a la confidencialidad, dijo.
La normativa contiene en el apartado “Deber de Comunicar”, en su artículo 15 inciso tercero, se establece que “toda personas que haya sido comunicada de su condición serológica, está obligada a comunicarla tal situación a su pareja, ya sea permanente o eventual”.
Miranda sostiene que el violarle el derecho a la conficencialidad a las personas con VIH, les están violando su derecho a la confidencialidad porque la sociedad va a penalizar y discriminarlas.
La redacción de ese apartado, según expuso, es que “cualquiera puede acusar a una persona y decir que me infectó y no tengo la manera de probar si fue ella u otra”.
También se ha dado un paso atrás en el cumplimiento de los compromisos internacionales que El Salvador ha suscrito. La Alianza de Sostenibilidad para la Respuesta al VIH asegura que este año el país ya no recibirá el financiamiento para la compra de medicamentos antirretrovirales de parte del Banco Mundial (BM).
El financiamiento que se recibía del parte del organismo financiero internacional, El Salvador lo iría asumiendo gradualmente, dijo Miranda.
“Lamentablemente no ha habido un compromiso de asumir ese gasto o financiamiento que se tenía por parte del Banco Mundial”, expresó.
Falta de presupuesto
La reducción en el presupuesto destinado para la compra de medicamentos también es considerado como un retroceso en la lucha contra el VIH.
El país dicen las organizaciones que conforma la alianza, en vez de ir incrementando los montos para compra de antirretrovirales, los va disminuyendo.
El año pasado se destinaron, según las cifras de las organizaciones, tres millones 455 mil 392 dólares. Este año el presupuesto es de dos millones 500 mil dólares.
El director de la Asociación Atlacatl interpreta que con la reducción del presupuesto para la compra de antirretrovirales, las personas con VIH se están exponiendo a la muerte porque el virus comienza a reproducirse y hace que bajen las defensas del cuerpo.
“Así de caótico puede ser la situación si las personas no reciben el tratamiento, con este desabastecimiento si no se haya una solución inmediata el problema va a ser la resistencia que vamos a tener (del virus) de las personas por no tener medicamentos”, expuso Miranda.
Lo anterior significa que se podrían tener más hospitalizaciones porque las personas con VIH necesitarían medicamentos de segunda y tercera línea, es decir, más complejos y de mayor costo, para superar el problema, lo cual lo ven muy difícil. El Ministerio de Salud deberá de tomar acciones para garantizarles el derecho a la salud, dijo.