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Fuente: stoptb.org
25 de octubre, 2016 – Liverpool, Reino Unido – El financiamiento para la investigación sobre prevención, diagnóstico y tratamiento apropiado de la tuberculosis se ha visto reducido en más de 53 millones de dólares de Estados Unidos, pese a que la enfermedad se cobró la vida de 1,8 millones de personas en 2015, según el último informe publicado por Treatment Action Group (Grupo Acción de Tratamiento – TAG) con el apoyo de Stop TB Partnership. El año pasado se gastaron 620,6 millones de dólares en investigación y desarrollo (I + D) de la tuberculosis en el mundo, el nivel más bajo de financiamiento desde 2008. Esto marca el segundo año consecutivo en que el financiamiento para la I + D de la tuberculosis ha disminuido, lo cual demuestra lo poco se está haciendo realmente para poner fin a la tuberculosis para 2030.
“El mundo gastó menos en investigación y desarrollo de la tuberculosis el año pasado que a la altura de la gran recesión,” comentó Mark Harrington, Director Ejecutivo de TAG. “El insuficiente financiamiento crónico para la investigación de la tuberculosis, causa principal de muertes por farmacorresistencia en todo el mundo, pone en evidencia la necesidad de que los gobiernos aumenten dramáticamente el financiamiento para que las promesas de las Naciones Unidas sobre la farmacorresistencia pasen a ser algo más que unas palabras bonitas escritas en un papel.” La revisión del gobierno británico sobre la farmacorresistencia predice que la tuberculosis resistente a los medicamentos (DR-TB), una forma de tuberculosis que es más difícil de diagnosticar y tratar y que ha causado que 500.000 personas enfermen en 2015, representará una cuarta parte de las 10 millones de muertes anuales por farmacorresistencia para 2050 a menos que se acelere la investigación de nuevos diagnósticos, fármacos y métodos de prevención.
TAG ha llevado a cabo encuestas mundiales sobre financiamiento para la I + D de la tuberculosis todos los años desde 2005, midiendo el gasto real en relación al financiamiento específico solicitado por el Plan Mundial de Alto a la Tuberculosis 2011-2015 de la Alianza Alto a la Tuberculosis. Este Plan Mundial de la Alianza estimó que eran necesarios 9,84 mil millones de dólares para la I + D de tuberculosis entre 2011 y 2015. El informe de TAG muestra que el financiamiento efectivo para la investigación de la tuberculosis ascendió a 3,29 mil millones de dólares durante ese período, tan sólo un tercio del objetivo. Los dos mayores donantes, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos y la Fundación Bill & Melinda Gates, dieron el 57% de todo el dinero que se gastó en investigación de tuberculosis de 2011 a 2015. Durante el mismo período, las inversiones de la industria farmacéutica en I + D en la tuberculosis disminuyeron un 40%, intensificando aún más la dependencia de los donantes públicos y filantrópicos.
“El financiamiento limitado está afectando todo en nuestro trabajo de tuberculosis. En primer lugar, impacta la velocidad con que se pueden poner a disposición las nuevas herramientas. En segundo lugar, afecta a los canales. También afecta los esfuerzos de impacto. En cuarto lugar, la disminución anual del financiamiento de la investigación se traducirá en fracasos en la consecución de cualquier objetivo del Plan Mundial de Alto a la Tuberculosis, la Estrategia Fin a la TB de la OMS y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Es una vergüenza para el mundo, para los donantes y la industria farmacéutica. Es una situación patética. Me temo que cuando nos demos cuenta de las consecuencias de estas acciones, será demasiado tarde,” expresó la Dra. Lucica Ditiu, Directora Ejecutiva de la Alianza Alto a la Tuberculosis.
Según Érica Lessem, Directora del Proyecto TB / VIH en TAG, los científicos han logrado hacer algunos adelantos contra la tuberculosis en los últimos cinco años a pesar de la crítica escasez de recursos. “Esto demuestra que la investigación sobre la tuberculosis ofrece un buen retorno de la inversión, pero la inversión continúa siendo demasiado baja para desbloquear las innovaciones transformadoras en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento que necesitan las personas con tuberculosis y quienes cuidan de ellos,” comentó. Los avances científicos más destacados de los últimos cinco años incluyen:
- La aprobación condicional de dos nuevos fármacos, bedaquilina y delamanida, para el tratamiento de la tuberculosis farmacorresistente (DR-TB), la primera en más de cuatro décadas;
- El desarrollo de un régimen más corto para el tratamiento de la infección de tuberculosis latente que es seguro y eficaz para niños y personas con VIH;
- El desarrollo de varias nuevas pruebas diagnósticas, incluyendo el despliegue de una alternativa rápida y robusta a la baciloscopia (GeneXpert), una prueba simple que puede identificar la tuberculosis en personas con VIH con muy bajos recuentos de células T CD4 + (Determine TB LAM Ag), y varias opciones para el diagnóstico de primera y segunda línea de farmacorresistencia más rápidas que los cultivos convencionales (ensayos con sondas de línea); y
- Avances significativos en la comprensión fundamental de la biología de la tuberculosis.
La siguiente fase de las inversiones en I + D para la tuberculosis, tal como se describe en el nuevo Plan Mundial de Alto a la Tuberculosis 2016-2020, requiere esfuerzos aún más costosos y complejos para construir sobre los logros anteriores. “No hay tiempo que perder,” dice la Dra. Ditiu. “Los líderes políticos deben reconocer que la tuberculosis es una amenaza urgente para la salud mundial y que la solución para acabar con la tuberculosis dependerá de la ciencia. Los gobiernos deben intensificar sus esfuerzos para revertir la preocupante disminución en el financiamiento de la investigación de la tuberculosis, de lo contrario corremos el riesgo de perder la batalla contra esta enfermedad,” concluyó.
Descargue el Informe 2016 sobre Tendencias de Financiamiento de la Investigación de Tuberculosis 2005 – 2015. Este informe contó con el apoyo de la Alianza Alto a la Tuberculosis (Stop TB Partnership).