Preguntas y Respuestas con el Dr. Ade Fakoya, coordinador superior para enfermedades en VIH / sida del Fondo Mundial.
Fondo Mundial

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Fuente: aidspan

Autor: Friends of the Global Fight (Amigos de la Lucha Mundial)

En prevención, la ‘explosión demográfica’ y las asociaciones


Esta es la tercera de una serie de entrevistas con los Coordinadores Superiores para Enfermedades del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria. En esta sesión de Preguntas y Respuestas (P&R), los Amigos hablaron con el Dr. Ade Fakoya, Coordinador Superior para Enfermedades especializado en VIH / sida, sobre las oportunidades para combatir el sida cubiertas en el reporte de los Amigos de la Lucha Mundial: “En el punto de inflexión: El liderazgo de los Estados Unidos para acabar con el sida, la tuberculosis y la malaria”.

Amigos: Dr. Fakoya, ¿puede comentar sobre las áreas en las que usted cree que el Fondo Mundial se está desempeñando especialmente bien y qué factores específicos considera que contribuyen a estos éxitos, o que podrían mejorarse para fortalecer los programas del Fondo Mundial en general?

Dr. Fakoya: En general, en el tratamiento y la prevención de la transmisión de madre a hijo lo hemos hecho bastante bien. Sin embargo, tenemos más trabajo por hacer respecto a la prevención entre las poblaciones altamente vulnerables y los jóvenes, especialmente con las adolescentes y las mujeres jóvenes en los países de África del este y del sur. Aquí, las nuevas infecciones pueden ser hasta 10 veces más altas entre las mujeres jóvenes que entre sus compañeros masculinos. Tanto nosotros como otros ya hemos hecho mucho para abordar este tema, pero aún queda mucho por hacer. Es crucial que diseñemos respuestas que tomen en cuenta factores tales como la edad, el género y las ubicaciones geográficas, programa a programa, si queremos satisfacer con éxito estas necesidades. También debemos trabajar para mejorar la calidad y la implementación de los programas, especialmente mediante la aplicación rápida de modelos innovadores de prestación de servicios y la mejora de los costos de gestión de los programas. Esto requiere una mejor comprensión de lo que cuesta ejecutar los programas, en lugar de lo que actualmente pagamos por ellos. Menciono lo anterior debido a que ahora estamos involucrados en el trabajo con PEPFAR, la Fundación Gates, ONUSIDA y otros para alinear nuestras categorías de inversión a fin de buscar las mejores formas en que podemos maximizar nuestras contribuciones

Los países donde notamos que hacen lo mejor en estas áreas tienden a tener sociedades civiles fuertes, una voluntad política comprometida, sistemas de salud sólidos y financiamiento interno. Los países que pueden estar quedándose atrás son débiles en estas áreas y tienden a batallar con la organización y la claridad de sus datos. Todo esto puede hacer que sea un desafío mantener el compromiso político y garantizar programas nacionales de calidad.

Amigos: ¿Usted considera como una grave amenaza el cambio demográfico en el África subsahariana, donde ha habido un crecimiento impresionante en la proporción de jóvenes, y cuál es la respuesta del Fondo Mundial?

Dr. Fakoya: Primero, reconozcamos que el crecimiento de las poblaciones es debido a un número de situaciones y en general es algo positivo. Todo aporta, las mejoras respecto de la mortalidad materno-infantil, y las contribuciones nacionales y extranjeras en el desarrollo. En el Fondo Mundial nos estamos enfocando en los múltiples aspectos del crecimiento de la población (la llamada explosión demográfica), en particular a través de nuestro trabajo sobre la juventud, el diseño de programas centrados en el ser humano y la priorización estructurada en las jóvenes y niñas. Son un componente clave del crecimiento de las poblaciones en el sur de África.

Se estima que en 20 años, tendremos tres veces el número de personas menores de 35 años en el África subsahariana, por lo que tendremos que trabajar tres veces más para mantener el mismo avance. Para abordar este desafío, debemos diferenciar nuestra respuesta. Esta es una manera elegante de decir que hacemos lo que se necesita donde se necesita, y no adoptamos una forma única para hacer las cosas porque eso es ineficiente y no se logra el máximo impacto.

En adelante, tendremos que contar en gran medida con los jóvenes. Esto significa continuar involucrándolos completamente en todos los aspectos de la respuesta y darles el poder y la responsabilidad de sus propios resultados de salud.


 Amigos: La OMS y otros socios han estado impulsando desarrollar sistemas de salud más fuertes como un medio para manejar mejor enfermedades específicas. ¿Qué piensa acerca de las crecientes discusiones que comparan los programas enfocados en la enfermedad y las intervenciones orientadas al sistema? 

Dr. Fakoya: Creo que el Fondo Mundial está muy al centro de ese impulso y reconoce la falsa dicotomía de los sistemas frente a los enfoques de enfermedades directas. No se pueden tener buenos resultados de salud para enfermedades específicas sin sistemas de salud sólidos, punto. Según tengo entendido, la comunidad frente al VIH reconoce la necesidad de aproximarse a sistemas de salud más amplios y, en general, están favoreciendo un empuje para enfoques de atención de salud más integrales como una oportunidad y no como una amenaza. El reciente artículo de la Comisión Lancet sobre el VIH y la salud mundial lo expresa muy bien.

Por otra parte, hay preocupación de algunos profesionales de la salud relacionados con el VIH que el abordar un problema tan amplio y complejo como el fortalecimiento de los sistemas de salud desvíe la atención del problema específico del sida, debilitando nuestro impacto en esta área. A menudo, los sistemas de salud batallan con la capacidad para atender a las poblaciones vulnerables, por lo que necesitamos mantener una respuesta personalizada dentro del contexto de la atención médica generalizada con el fin de conjuntar los beneficios de ambos esquemas y asegurarnos de que ninguno de ellos se quede atrás. También debemos asegurarnos de que haya una atención especial para conseguir impactos cuantificables, tales como vidas salvadas, menor incidencia de nuevas infecciones para todos los grupos y mayor acceso.

Si bien es un desafío balancear las iniciativas para enfermedades específicas con la necesidad de desarrollar sistemas de salud más amplios, creo que somos capaces de hacer ambas cosas, y de hecho, dentro de la asociación del Fondo Mundial. Como un ejemplo, en 2017, 17.5 millones de personas con VIH recibieron terapia antirretroviral en los países apoyados por el Fondo Mundial, al tiempo que casi 700,000 madres recibieron tratamiento para prevenir la transmisión del VIH a sus bebés. Del análisis de nuestros acervos, también observamos que el 27 por ciento de los fondos actualmente se destinan al apoyo de los sistemas para la salud. Así que es posible hacer esto como una asociación.

Amigos: la colaboración siempre ha sido importante para el trabajo del Fondo Mundial. ¿Puede hablar más acerca de los roles de los diversos socios de hoy en día en el Fondo y las oportunidades para nuevos actores en el futuro?

Dr. Fakoya: Una de las áreas en las que noto que el Fondo Mundial está funcionando especialmente bien es nuestra capacidad para involucrar a asociaciones significativas con organizaciones bilaterales y multilaterales como la OMS, ONUSIDA, UNICEF y PEPFAR y fundaciones del sector privado como la Fundación Bill y Melinda Gates. Específicamente para PEPFAR, hemos estado trabajando juntos de manera intensa para asegurarnos de que estamos maximizando los dólares de cada una de nuestras contribuciones. Por ejemplo, estamos coordinando nuestras solicitudes de financiamiento para que nuestro trabajo priorice diferentes áreas.

A medida que avancemos, será fundamental encontrar nuevos actores en muchas áreas diferentes. Por ejemplo, reunir a socios locales, colaboradores del sector privado y académicos local ayudará a formar un equipo más fuerte capaz de encontrar soluciones creativas a problemas en los que no hayamos pensado antes.

Esta sesión de preguntas y respuestas fue reimpresa con el permiso de Friends of the Global Fight (Amigos de la Lucha Mundial).

Para obtener más información sobre las oportunidades para que los EE. UU. y sus socios trabajen para poner fin a las epidemias de Sida, tuberculosis y malaria, consulte el Reporte sobre Punto de Inflexión, de los Amigos.